De Roncesvalles a Santiago de Compostela

Pues sí. Nos hemos decidido. Vamos a hacer el Camino de Santiago. Lo empezaremos desde Roncesvalles. Un largo camino.

Mi amigo me está esperando impaciente para comenzar. Nos saludamos brevemente y nos ponemos en marcha.

Apenas hemos recorrido unos kilómetros y me dice – ¡Espera un momento! – Se sube deprisa a un montículo, mano sobre los ojos para el sol y mira muy interesado a lo lejos…

Baja un poco cabizbajo.

- ¿Qué pasa?
- No la veo… -- se sienta en el suelo con las manos sujetándose la cabeza - algo va mal…
- ¿Qué?
- La Catedral de Santiago… no la veo.

- ¿La Catedral de Santiago? ¡Pero si faltan cientos de kilómetros! ¿Cómo vamos a verla? Además, lo bonito del camino es recorrerlo, disfrutar del paisaje y la compañía. Pasar por todos los pueblos preciosos que nos iremos encontrando por el camino, las aventuras que viviremos. Pero para eso tenemos que ir andando todos los días, y todo eso irá llegando. Y finalmente también llegaremos a la Catedral. Te lo prometo.

Mi amigo está un poco mal de la cabeza… ¡la Catedral de Santiago!, total, nada. Parece de risa ¿verdad? Pero esta es la actitud que veo en muchos alumnos que comienzan a tocar el piano. Llevan 4 o 5 meses y se frustran porque todavía no pueden tocar grandes cosas. ¡Disfruta del camino! Y cuando llegues a Santiago, mira hacia Roncesvalles… tampoco lo verás.