Aprender a tocar el piano
no es ni fácil ni difícil. Depende de ti
Muchas veces he hablado sobre lo fácil o difícil que es aprender a tocar el piano. Algunos creen que es muy difícil y otros, sin embargo, lo aprenden sin más complicaciones.
Pero ¿qué significa que algo es fácil o difícil? Desde mi punto de vista, algo no es fácil o difícil por sí mismo sino que siempre tendremos que añadir para quién. Una actividad puede ser muy fácil para una persona y, a la vez, muy difícil para otra. Pregúntale a un bebé de 3 meses si andar es fácil o difícil…
Podríamos resumir que algo que intentas hacer es fácil para tí si ya haces cosas parecidas. Y nos irá pareciendo más difícil en la medida en que lo que queremos hacer se aleje de lo que ya sabemos hacer.
Dado que nosotros no podemos cambiar repentinamente lo que ya sabemos hacer (porque depende de aprendizajes anteriores) ¿cómo podemos reducir esa distancia entre lo que ya sabemos hacer y lo que queremos aprender? Es decir ¿qué podemos hacer para que algo nos resulte más fácil?
En el piano en concreto, la dificultad radica en que hay que hacer muchas cosas la vez y con un tiempo muy limitado. Así que la mejor manera que tenemos para que nos resulte más fácil su aprendizaje es, en primer lugar, no limitar el tiempo y en segundo lugar, separar todas las tareas para irlas aprendiendo de una en una. Es decir, dividir el problema global en problemas más pequeños y, por lo tanto, más fáciles de tratar.
Veamos cómo.
En primer lugar, vamos a dividir las piezas en partes pequeñas para su estudio. Estas partes las estudiaremos por separado, cada una, totalmente independientemente de las demás. Esto ya nos hace que el problema sea más pequeño, porque lo hemos troceado. En el fondo es lo mismo que hacemos cuando comemos, que partimos el filete en trozos más manejables ¿no?
Una vez dividido en partes (unidades de estudio), cada unidad de estudio las separaremos en dos partes: la parte de la mano izquierda (clave de fa) y la parte de la mano derecha (clave de sol). Y estudiaremos cada una por separado. Ahora ya es un poco más sencillo pues nos hemos quitado, de momento, el problema de la coordinación entre manos.
Ahora, para cada mano, miraremos las notas que vamos a tocar. Para que nos resulte más fácil todavía, no tendremos en cuenta las figuras (negras, blancas, corcheas, etc.), tocaremos cada tecla con la duración que queramos, sin importarnos el tiempo.
Hasta aquí hemos llegado a lo más simple. Ahora aprenderemos esto, y según nos vayamos familiarizando lo que vamos tocando iremos incorporando las figuras.
Una vez que seamos capaces de tocar bien con cada mano por separado, empezaremos a unirlas. El hecho de que ya las sepamos por separado nos simplificará mucho la tarea. En el fondo, una vez que empezamos a tocar la primera tecla, sólo pueden se pueden dar 3 situaciones: 1) que la siguiente tecla la toquemos con la mano derecha, 2) que la siguiente tecla la toquemos con la mano izquierda y 3) que las siguientes teclas las toquemos con ambas manos a la vez.
Teniendo esto en cuenta, iremos avanzando de nota en nota, sin tener en cuenta las figuras. Pensando si lo que sigue es mano derecha, mano izquierda o juntas. Si esto nos cuesta trabajo, significa que todavía no lo dominamos lo bastante bien por separado. Así que volveremos a estudiar con manos separadas.
Sólo cuando seamos capaces tocar con las dos manos juntas, sin hacer las figuras, empezaremos a añadir las duraciones de las notas.
Cuando seamos capaces de tocar la unidad de estudio cuatro veces seguidas sin errores (aunque sea sin tener en cuenta las figuras), dejaremos de estudiarla. Y pasaremos a estudiar otra cosa. Es importante hacer descansos entre estudio y estudio y dejar que pase una noche. Esto nos ayudará a aprender con menos esfuerzo.
Así iremos estudiando todos los días. Ya verás cómo cada día te cuesta menos. Cuando consigamos hacer esto 4 días, daremos por finalizada la primera fase del estudio.
En la siguiente fase trabajaremos con las unidades de estudio que ya hemos aprendido para unirlas y formar la partitura entera. Pero eso lo veremos otro día.
Aplica todo esto y ya verás cómo vas aprendiendo con mucha más seguridad.
Ayudo a aprender a tocar el piano a los adultos que siempre quisieron tocarlo, a los que tocaron de niños y luego lo dejaron, y a los que lo hacen de forma autodidacta y quieren aprender de verdad.
